Los medios de comunicación. La reivindicación de los estereotipos sociales y nuestra labor de género.
AFmedios | Adriana Amezcua
Maestra de la Facultad de Letras y Comunicación, Mercadotecnia y Profesional el Educación Artística
MujerAF ¿Te has preguntado cuál es el estereotipo de la mujer en los medios de comunicación? Entendamos el concepto de estereotipo como nos lo da Real Academia de la Lengua: “Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable”, es decir, algo que se crea a través de la sociedad misma y que no cambia, o se establece como un patrón, incluso grabado en el inconsciente colectivo. Si partimos de ahí, podremos girar nuestra cabeza y nuestros sentidos sensoriales a la Radio, la Televisión, la Prensa y ahora el Internet; podremos percibir que la idea del concepto de mujer o de su participación o presencia en los medios de comunicación es errónea y de nosotros depende que sea modificada para establecer un patrón o estereotipo que dignifique nuestro género.
De manera regular, observamos que la mujer es encasillada en los medios de comunicación mostrando estereotipos de belleza que son difíciles de alcanzar, o incluso imposibles, si no es a base de cirugías, tratamientos, transfiguraciones, dietas, ejercicios y demás rituales que forman parte de la farándula o de lo que se llama cultura mediática, aquella que su único objetivo es vender y para ello existe otra contraparte, ¡nosotras! que compramos “eso que nos venden”. Cuerpos suculentos, curvilineos, caras de ángeles perfectas, bellas ropas, lujos, éxito… promocionando productos y servicios, actuando en telenovelas, conduciendo programas ligth en donde nuestra participación como genero deja mucho que desear, se deja en duda nuestra formación, inteligencia, cualidades, capacidades y valores.
Por otro lado, nuestra autoestima disminuye cuando no volteamos a ver los medios de comunicación con ojos críticos y reflexivos, nos creemos todo ese mundo fictício, porque sólo es eso ¡ficción!, alejándonos de nuestra esencia propia, de aceptarnos tal y como somos, de tal manera, abandonamos en la caja de los recuerdos poco a poco nuestros potenciales.
Existen dos vertientes a analizar. La primera es que en los medios se ha generado un fenómeno llamado “desprestigio de las profesiones tradicionales”: ama de casa, cocinera, limpiadora por mencionar algunas; estas labores se muestras como de segundo y de tercer nivel debido a la incorporación de la mujer a los ámbitos laborales y la introducción nuestra a los medios de comunicación en otros ámbitos que son los comunmente aceptados. Pero no solo se asocian con niveles o degradaciones sino a situacones de clases sociales como la probreza y la falta de educación. Ahí entra nuestra primera labor, puesto que la mujer es valiosa en todos su ábitos, pasiva o activa laboralmente. Reflexiona entonces cuando veas programas estereotipados donde muestran a nuestras análogas en esas condiciones y pregúntate si ¿eso dignifica nuestra condición como mujeres? Pregúntate si ¿sus contenidos aportan intelectualmente a nuestro crecimiento o valoración de nuestro ser? o nos encasillan de nuevo en los estereitipos machistas o de degradación.
Según el artículo Estereotipos de la mujer en la comunicación de J. Carlos Suárez Villegas, investigado de la Universidad de Sevilla, las investigaciones acerca de la mujer, en los medios de comunicación nace a partir de los años 70´s, dichos estudios iniciaron con un sentido crítico para observar del rol de la mujer en los medios, además de producir bancos de información, estúdios y análisis para reivindicar al género y desenmascarar los estereotipos de las estructuras sociales.
Los etereotipos que se han encontrado con dichas investigaciones son los sigientes: el de abuelita previsora, la ama de casa, la triunfadora profesional, la mujer objeto (que dentro de ésta categoría encontramos: la mujer adorno y la mujer escaparate), la mujer complemento y las adolecentes indiferente. Además se indentificaron esteretipos sobre mujer y belleza: la mujer falta, la mujer niña y la unión de los dos estereotipos. Si bien podemos observar que dichas categorías no aportan a destacar nuestras capacidades intelectuales y aportaciones en otros ábitos que sean masculinos, puesto que aún, la categoría de la mujer triunfadora y profesional se asocia a su condición a su belleza física, según lo arrojados por las investigaciones.
Según informes del Instituto de la Mujer del Ministerio de Asuntos Sociales, la imagen que se destaca del hombre en los medios de comunicación es el de la autoridad, la sabiduría, la experiencia y las grandes profesiones, triunfos y realizaciones corresponden al ábitos masculino. ¿Puedes notar alguna diferencia?
La segunda vertiente a analiazar, es aquella donde nosotras actuamos, nuestra elección de lo que vemos y compramos en los medios de comunicación, nuestra actitud crítica o de celebración al preferir contenidos donde las mujeres destaquen por sus aptitudes y capacidades. No quiere decir que promueva una actitud negativa o contraria de lo que podamos ver, leer, escuchar o incluso participar en lo que los medios nos venden, sino de ser selectas y de exigir contenidos o actuaciones donde se promueva a la mujer desde el ábito de trinfadora en áreas distintas a las de los estereotipos y desvinculadas a una imagen física de belleza y perfección.
Sería positivo optar por seguir aquellas acciones de mujeres que participan en los medios de comunicación para que puedas observarte y sentirte reflejada en un espejo y darte cuenta que tú eres capás de lograr grandes cosas por tus potenciales sin perder tu lado femenino, en toda la extensión de la palabra. Como ejemplo tenemos a grandes mujeres que nos muestran que los esquemas y estereotipos pueden ser cambiados dentro de los medios y que todo depende de que en nuestro género pugnemos por que seamos más: En el ámbito nacional, en el periodismo Carmen Aristegui, en la literatura Elena Poniatowska, Gastronomía Mónica Patiño, Derechos Humanos Marta Lamas, Arte Diana Bracho, Música Lila Downs, Deporte Lorena Ochoa, en el ámbito local tenemos a Marina Vázquez, Karina Robles, Pilar Serrano, por mencionar algunas grandes mujeres de los medios.
Para finalizar te dejo una reflexión: los medios de comunicación son educadores y representan la principal fuente de información para muchasmujeres, ¡nos enseñan lo que debemos de saber más no lo que podemos saber! Ellos son los portavoces de la Opinión Pública de la sociedad y por ende debemos de romper las bardas que pretenden perpetuar los medios en referencia a nuestro género y nuestra participación en ellos.
