Cuenten todas las mujeres que recuerden que hayan llegado a ser CEO de empresas globales. Ahora reduzcan la búsqueda a solo aquellas compañías que estén vinculadas al rubro tecnológico. El número volverá a disminuir. Posiblemente podrán contar a esas altas ejecutivas con los dedos de las manos, como mucho. Mujeres en un mundo manejado, casi por completo, por hombres.
Mark Pincus, fundador y CPO de Zynga, Marissa Mayer, Presidenta y CEO de Yahoo con el presidente Barack Obama / …
Deberán seguramente incluir a la CEO de HP, Meg Whitman; a la de Yahoo, Marissa Mayer (en la foto); Virginia Rometty, de IBM; y la COO (siglas de Chief Operations Officer) de Facebook, Sheryl Sandberg. Recordamos también a Carly Fiorina, ex CEO de HP durante el período 1999-2005. No muchas más, aunque haya miles en todo el mundo con el cargo de directoras o gerentes.
Los códigos de la sociedad, no escritos, establecían antiguamente que la mujer debía supeditar sus logros profesionales y personales a los cuidados de los hijos, maridos y familia. ¿Pensar en una carrera para ellas en el ámbito corporativo? Descabellado. ¿Tener una jefa en vez de un jefe? Seguro que si mi superior jerárquico es una mujer tendré que lidiar con una persona de carácter voluble, vengativo y retorcido. Mejor siempre los pantalones a las faldas. ¿Y si tiene muchos embarazos? No brindará todo su potencial a la compañía y le será imposible cumplir con todas las exigencias laborales ¿Quieren seguir enumerando la lista de prejuicios?
La cuestión es que no hay hombres y mujeres cuando hablamos de trabajadores de cuello blanco o azul. Cada persona es un mundo, independientemente del sexo. O pese al sexo.
A Jimena Martínez Lenoir, subgerente de RR.PP. de Sony Argentina, le faltan solo 3 meses para dar a luz a su primer hijo, Benicio. “Nunca sentí que el hecho de ser mujer haya sido una diferencia que jugara en mi contra. Vengo de una familia en la que mi padre y mi madre, los dos, trabajaban, él, en una corporación, y ella, como educadora. Sé que tengo una personalidad fuerte y me siento segura de mis capacidades. A las empresas les importan los resultados, independientemente del género”.
“Tal vez –agrega Martínez Lenoir– a nosotras las mujeres nos juega a favor que estamos acostumbradas al multitasking, a realizar varias cosas a la vez. También es importante que tu marido te acompañe en la crianza de los chicos, así como también la empresa. Sony acompaña a la dinámica de la mujer que también es mamá. Lo que importan son los objetivos, no los horarios”.
María Isina Areco, gerente de la Práctica de Brandcomm en Burson Marsteller Argentina, opinó que“en general, a las mujeres les cuesta más llegar a cargos gerenciales, aunque yo no puedo decir de haber sido discriminada”.
Ella ha decidido posponer su maternidad para después de que cumpla los 35. “Pero no porque tenga miedo de que los chicos puedan perjudicar mi carrera laboral”, agregó.
“Trabajando en una consultora internacional, donde tenemos que reunirnos con clientes y en donde en la mayoría de los casos nuestros interlocutores son hombres, la forma de romper el hielo es hablar de deportes. Fútbol, sobre todo. Si no, hijos o comida gourmet como el sushi”, asegura la joven ejecutiva.
Una manera hábil de lograr una primera conexión en un mundo laboral en el que las oportunidades no son plenas para todos.