La sobreexigencia puede provocar que los menores presenten ansiedad o depresión, pues llegan a considerar que nunca alcanzarán los estándares que les piden sus padres.
Tener padres sobreexigentes, sobrecontroladores o sobreprotectores se ha sumado a las razones por las que los niños en México tienen ansiedad o depresión.
Mariana Gutiérrez Lara, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, explicó que los niños reciben de sus padres el mensaje de que no son capaces de enfrentarse solos al mundo, que no han aprendido y que necesitan ser controlados todo el tiempo.
La investigadora señaló que las estadísticas nacionales indican que al menos 20 por ciento de los menores mexicanos presentan alguno de estos dos problemas emocionales.
La sobreprotección puede ser impulsada por la hiperpaternidad, un estilo de crianza donde los padres intentan que sus hijos sean buenos en todo, además de controlar sus relaciones sociales y emocionales.
La investigadora señaló que el término es de reciente acuñación, por lo que su influencia ha sido poco estudiada, sin embargo recordó que en México se han identificado tres principales tipos de crianza: autoritaria, negligente y conciliadora.
De ellas, entre el 35 y 38 por ciento de los padres son clasificados en la autoritaria, mientras que el resto se divide entre conciliadores y negligentes.
“El problema es que, dependiendo del carácter del niño, puede llegar a ser un adulto extracompetitivo o alguien altamente inseguro, que no se adaptará fácilmente a nuevos entornos”.
Por su parte, los padres conciliadores suelen tener reglas y control, pero también complementan con altos niveles de afectividad y enseñanza para resolver problemas.
Los negligentes son padres que autorizan todo y no establecen límites ni reglas, y consideran que no deben estar por encima de sus hijos.
Gutiérrez Lara señaló la importancia de identificar la personalidad del niño para establecer sus actividades, pues niños hiperactivos pueden ser felices con varias actividades, pero uno pasivo puede abrumarse.
También recomendó a los padres de familia informarse sobre los tipos de crianza que existen para determinar qué tipo ofrecerán a sus hijos y determinar estrategias para lograr su objetivo.