Las niñas con obesidad son más propensas a desarrollar depresión en la niñez y la adolescencia que las que pesan menos, según sugiere una revisión de estudios publicados.
A diferencia de las niñas con un peso normal, aquellas con obesidad eran un 44 por ciento más propensas a tener depresión o que se la diagnosticaran en el futuro, de acuerdo con el análisis de 22 estudios sobre casi 144.000 participantes.
Tener sobrepeso, no obesidad, no pareció influir en esa posibilidad en las niñas o en los niños.
Los estudios más pequeños no eran experimentos controlados para determinar si o cómo la obesidad podría causar depresión ni el papel del género, según indicó la doctora Shailen Sutaria, del Imperial College de Londres, Reino Unido.
«Mientras que podrían influir varios factores, claramente hay presiones sociales extra en las niñas para tener un determinado cuerpo que se perpetúan y amplifican a través de las redes sociales», indicó Sutaria.
Agregó que las niñas con insatisfacción con su propio cuerpo desarrollarían síntomas de depresión. Pero los varones con sobrepeso u obesidad enfrentarían distinto su talla corporal.
«Los niños quieren ser más altos porque eso es un signo de fuerza y dominación, características que más se desean durante la niñez», agregó Sutaria.
La Organización Mundial de la Salud estima que más de 40 millones de niños tienen sobrepeso u obesidad a los 5 años.
La depresión también es la principal causa de disminución de la calidad de vida en la niñez y altera el rendimiento escolar, las amistades y el riesgo de abusar de sustancias y adoptar otras conductas de riesgo, según publica el equipo en Archives of Disease in Childhood.
En su análisis, los niños tenían, en promedio, 14 años y casi el 16 por ciento tenía obesidad. Algo más de uno de cada 10 niños con obesidad tenía depresión.