Cada vez son más las mujeres que se decantan por no menstruar sin necesidad de que haya un motivo médico detrás. En España, el 20% desearía no tener la regla y un 8% ha dado ya el paso. Las cifras van en aumento y lo más probable es que lo sigan haciendo, ya que está comprobado que no existen efectos nocivos sobre la salud y que la calidad de vida mejora a nivel físico, social y laboral. Incluso existe un impacto positivo en la relación de pareja.
Josep Perelló, ginecólogo del Hospital de Sant Pau y vicepresidente de la Societat Catalana de Contracepción, explica que aunque el beneficio es más evidente en mujeres que padecen alguna patología -endometriosis, dismenorrea (dolor menstrual), síndrome premenstrual, sangrado abundante, cefalea catamenial relacionada con la menstruación o anemia crónica-, no es necesario sufrir una e incluso se puede optar por un tratamiento hormonal para eliminar la regla durante toda la vida reproductiva, sin que ello incremente el riesgo de padecer ninguna enfermedad.
¿Cómo se elimina la regla?
El tratamiento consiste en un anticonceptivo hormonal combinado que contiene dos tipos diferentes de hormonas, estrógeno y progestágeno, y puede aplicarse en forma de píldora, parche transdérmico o anillo vaginal. Se utiliza durante 21 días consecutivos, tras los que se realiza un descanso de siete días en que se produce un sangrado llamado “sangrado por deprivación” que, de acuerdo con el especialista, es totalmente innecesario desde el punto de vista médico.
“Por ello, si en lugar de realizar los 7 días de descanso se utiliza de forma ininterrumpida el anticonceptivo hormonal combinado, se suprimirá este sangrado por deprivación y la usuaria no sangrará”, explica el ginecólogo que añade que, si lo que se pretende es disminuir el sangrado en lugar de eliminarlo, se puede usar cualquier método contraceptivo de forma convencional, es decir, respetando los siete días de deprivación.
No es necesario descansar de los tratamientos hormonales
El sangrado por deprivación no es necesario desde el punto de vista biológico: “Ya hace más de medio siglo, cuando apareció la píldora anticonceptiva, se decidió crear estos sangrados por deprivación cada 28 días con el objetivo de imitar al ciclo natural de la mujer y así buscar la aceptación de la usuaria y de la Iglesia. Además, los primeros preparados eran menos efectivos que los actuales y esto, ligado a la complejidad de realizar un test de embarazo en aquellos tiempos, conllevaba que la amenorrea (falta de regla) se tolerara mal”, explica el experto.
Si no se realizaran los descansos nunca, tampoco habría problema, pues ello no incrementa el riesgo de sufrir una enfermedad. El especialista añade que incluso tiene beneficios: al no producirse una pérdida de sangre innecesaria cada mes, se corrige o previene la anemia. Además, “se disminuye el dolor asociado a la regla, se controla la endometriosis y no se producen tantas variaciones hormonales a lo largo del ciclo menstrual, lo cual aporta un beneficio si se padece síndrome premenstrual”.
Si existe interés por un tratamiendo de este tipo, al acudir a una consulta ginecológica, el doctor preguntará por las características menstruales de la paciente, tanto su cantidad, como duración, regularidad, dolor u otros síntomas asociados, y le ofrecerá la posibilidad de mejorar su estilo de vida si fuera necesario o posible o de utilizar una pauta extendida y no menstruar o espaciar las menstruaciones.
Recordemos que una interrupción o alteración del ciclo menstrual sin motivo aparente sí puede suponer un peligro: en caso de que se observe una eliminación de la menstruación o se vea alterado su ciclo, podría estar relacionado con alguna patología, por lo que será necesario acudir a un ginecólogo lo antes posible.