Ciudad de México.- El pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, pidió a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) realizar estudios científicos a las copas menstruales.
El exhorto surge once meses después de que la Cofepris emitiera una alerta sanitaria en contra de las copas argumentando que no se tenía registro sanitario de ellas en México y carecían de evidencia, información de calidad o seguridad avalada por la institución.
El Centro Nacional para la Información Biotecnológica (NCBI por sus siglas en inglés), realizó un estudio a las copas menstruales (The Soft Cup, en particular) demostrando que no existen riesgos de toxicidad o mutación genética en las usuarias.
Además el estudio realizó pruebas de mercadeo para analizar la aceptación y seguridad de las copas. Se demostró que las usuarias se sintieron cómodas, lo que abre la posibilidad a su distribución masiva.
Por su parte, en México los legisladores pidieron al Servicio de Administración Tributaria que investigue el ingreso al país de esos productos y regularice su comercio.
Los diputados recordaron que el comercio en línea de copas menstruales debe ser acorde a las leyes sanitarias y aduaneras, además de que su comercialización debe realizarse de manera legal y atendiendo a las leyes del consumidor.
“Es indispensable que la Cofepris facilite la publicación de aquellos criterios de evaluación, para que productos como la “copa menstrual” puedan ser comercializados sin ningún impedimento sanitario en México”, detallaron los legisladores mediante un boletín de prensa.
El objetivo del exhorto es ampliar la oferta ecológica y económica para la salud de las mujeres.
¿Qué son las copas menstruales?
Es un dispositivo de silicón hipoalergénico de calidad médica, avalado por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense), que capta el fluido menstrual sin absorberlo, únicamente lo retiene.
Su forma es la de una copa, lo cual ayuda a que las orillas se peguen a las paredes vaginales creando un vacío evitando que se mueva o derrame.
Son prácticas, cómodas, saludables y tienen una vida útil entre 5 y 10 años dependiendo la marca y el cuidado que se le dé.
Una vez que termina su vida útil simplemente se entierra y se convierte en arena.
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