La población debería hacer 30 minutos diarios de ejercicio para contrarrestar los efectos potencialmente nocivos de la inactividad prolongada, según una
nueva recomendación de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por su sigla en inglés).
«Hay que tomar conciencia del tiempo que pasamos sentados y moverse más», dijo la doctora Deborah Rohm Young, que preside el comité de la AHA que redactó el documento y dirige el área de investigación conductual de Kaiser Permanente en Pasadena, California.
En la revista Circulation, la comisión publica que una encuesta nacional de Estados Unidos muestra que los adultos pasan entre seis y ocho horas diarias sin actividad. Los mayores de 60 años pasan unas 10 horas diarias de manera sedentaria.
La evidencia sugiere, por ejemplo, que las personas con trastornos mentales pasarían más tiempo sin actividad o que la genética promovería las conductas sedentarias.
También, hay evidencia de que el sedentarismo es un factor de riesgo de varias enfermedades y que incorporar «recreos» activos protege la salud.
La mayoría de los estudios publicados sobre la inactividad física demuestra que existe una relación entre el tiempo sedentario y el aumento del riesgo de desarrollar diabetes o enfermedad cardíaca.
Un estudio europeo había hallado que por cada hora de inactividad y exposición a la televisión, el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca fatal o no fatal crecía un 6 por ciento y el riesgo de padecer enfermedad coronaria (acumulación de placa en las arterias) aumentaba un 8 por ciento.
La nueva recomendación de la AHA indica que los adultos deberían incorporar 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física intensa por semana.