Un estudio sugiere que los padres que utilizan sus smartphones y tabletas para entretener a sus hijos durante el día les estarían enseñando a tener intervalos de atención breves.
Es que los bebés imitarían la conducta de los adultos: cuando los padres no le prestan atención al tiempo de juego juntos para concentrarse en otras tareas, como las pequeñas pantallas, los niños dividirían su atención entre los juguetes y otros objetos.
En otras palabras, los bebés aprenderían a concentrarse mejor cuando sus padres no se distraen, según dijo el autor principal Chen Yu, investigador especializado en el cerebro de Indiana University, Bloomington. Y agregó que eso sería aún mejor cuando sus padres siguen a sus hijos.
«Si los padres intentan dirigir la atención de los niños a un objeto que les interesa a ellos, el ejemplo no daría resultado», dijo Yu. «Pero si sólo siguen la atención o el interés de sus hijos, es más fácil coincidir en los intereses».
Su equipo le pidió a 36 pares de padres y bebés que utilizaran dispositivos en la cabeza para monitorear los movimientos oculares y, así, medir el tiempo de concentración en distintos objetos.
Los bebés tenían entre 11 y 13 meses de edad. Los autores los observaron interactuar en una habitación con juguetes y sin indicaciones previas. En general, observaron en los adultos dos actitudes: dejar que los niños dirigieran el juego o tratar de guiarlos a un juguete.
Cuando los padres dejaban que sus hijos organizaran el juego, ambos prestaban atención al mismo objeto durante más de 3,6 segundos. Luego, la atención de los niños se mantenía unos 2,3 segundos después de que sus padres se alejaban.
Aunque eso no parece demasiado tiempo, el intervalo de atención de los bebés a los objetos era cuatro veces mayor que el de los bebés con padres que se distraían rápidamente.
Más allá del tamaño de la muestra, los autores publican en Current Biology que las limitaciones del estudio alcanzan la falta de información sobre otras conductas de los padres y los cuidadores que moldean el intervalo de atención de los niños.
Para el doctor Sam Wass, de la Universidad del Este de Londres y de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, el estudio, del que no participó, indagó sólo cómo los niños siguen segundo a segundo lo que sus padres miran y no todas las formas en la que imitan lo que hacen sus cuidadores.
FUENTE: Current Biology, online 28 de abril del 2016