Las mujeres obesas suspenderían la lactancia antes que otras madres, en parte porque les molesta hacerlo delante de otras personas, según sugiere un estudio hecho en Australia.
Los autores entrevistaron a un grupo de madres primerizas y hallaron que, antes del parto, la mayoría deseaba amamantar sin importar el peso corporal. En general, deseaban hacerlo durante un año y eso no variaba demasiado si las mujeres eran obesas.
Pero ese grupo era más propenso a mostrar incomodidad si debía alimentar al bebé delante de personas, incluso cercanas.
Y esas mujeres, avergonzadas de que otras personas las observaran mientras alimentaban a sus hijos, suspendieron la lactancia antes que las mujeres a las que no les importaba amamantar a sus bebés delante de terceros.
«Tienen la misma intención y toman la misma decisión que las mujeres más delgadas, pero la confianza y la comodidad son un problema», dijo la doctora Ruth Newby, coautora del estudio, de la Universidad de Queensland.
Los pediatras recomiendan la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida porque reduce el riesgo de infecciones auditivas y respiratorias, la muerte súbita, las alergias, la obesidad y la diabetes en los niños.
Newby y su coautora entrevistaron a 462 mujeres con cuestionarios antes del parto y a los seis meses del nacimiento del bebé. Cada participante respondió por lo menos un cuestionario.
Las 258 mujeres que informaron el peso previo al embarazo eran desde peligrosamente delgadas hasta extremadamente obesas, con una talla promedio entre normal y con sobrepeso. Un cuarto de ese grupo tenía sobrepeso antes del embarazo y el 17 por ciento presentaba obesidad.
El equipo obtuvo información sobre la lactancia de 371 participantes, incluidas 195 que también aportaron su peso.
El 98 por ciento de las 347 mujeres amamantó a su bebé por lo menos una vez, según publica el equipo en European Journal of Clinical Nutrition. Las mujeres con peso normal lo hicieron significativamente más que las mujeres con sobrepeso, mientras que las participantes obesas lo hicieron aún menos que aquellas con sobrepeso.
Aunque no varió significativamente el nivel de confianza para lograr la lactancia en las 274 mujeres que respondieron esa pregunta, las mujeres obesas se sentían más incómodas que el resto de las mujeres de tener que alimentar al bebé en otras situaciones sociales.
Los autores aclaran que el estudio no prueba que la obesidad dificulte la lactancia materna. Aun así, opinan que los resultados sugieren que se necesitan más estudios para comprender las causas de la incomodidad social con la lactancia en las mujeres obesas.