La leche de vaca, uno de los productos básicos de nuestra alimentación, tiene cada vez más detractores. La prueba es que una gran cantidad de chicos y adultos con asma crónico y alergias respiratorias o de piel revierten sus cuadros al dejar de consumir lácteos.
Sucede que la caseína presente en estos productos, una proteína de gran tamaño y muy indigesta para nuestro organismo, produce una gran cantidad de flemas y mocos. También hay otros estudios que indican que los lácteos promueven la diabetes y el desarrollo de células tumorales.
Desayuno veggie
Teniendo en cuenta estos motivos, cada vez más personas buscan una alternativa más saludable. Las elegidas, en este caso, son las leches vegetales, preparadas con semillas, frutos secos o cereales, y con múltiples propiedades.
Acá van algunas de sus virtudes
– Resultan una gran fuente de calcio, por eso sustituyen a los lácteos, y también de hierro, magnesio, hierro y vitamina E.
– No contienen lactosa ni colesterol.
– Aportan ácidos grasos esenciales, como los omega 6 y 3, que estimulan la actividad mental, contribuyen al funcionamiento de los sistemas circulatorio y nervioso y fortalecen las defensas.
– Aportan antioxidantes que previenen el envejecimiento prematuro de la piel.
– Ayudan a eliminar toxinas del organismo
– Contrarrestan la digestión lenta, los problemas de estreñimiento y el colon irritables.
– Brindan resultados favorables en casos de problemas respiratorios, diabetes y osteoporosis.
Además, son aptas para todos los estadíos de la vida. Pueden consumirse a partir de los seis meses de edad. En este caso, el médico pediatra indicará la cantidad y elección del ingrediente más conveniente.
Variedad y gusto
En cuanto a los ingredientes para prepararlas, son válidas semillas, frutos secos y cereales. Aunque, por su aporte de calcio, las almendras, la nuez, el sésamo y el alpiste (tiene que ser una versión apta para consumo humano) son los más elegidos.
Otro consejo es ir cambiando de semilla o cereal en la semana, ya que cada tiene nutrientes específicos.
¿Cómo prepararlas?
La receta básica es muy sencilla. Se necesita una taza de frutos secos, semillas o cereal por 750 cc de agua.
Se remojan las semillas en agua. Este proceso permitirá la eliminación de antinutrientes y despertará el poder enzimático de los vegetales.
Pasadas de 8 a 12 horas, retirar el agua de remojo y licuar con agua apta para consumo preferentemente filtrada.
Luego, filtrar el líquido blancuzco con un lienzo o bolsa para leche vegetal, apretando bien para extraer todos los nutrientes.
En el caso del arroz, debe cocinarse antes, y en cuanto a los cereales, pueden prepararse crudos o cocidos.
Para conservarlas, colocarlas en una botella de vidrio con tapa en heladera. La vida útil de 2 a 3 días aproximadamente. Se pueden consumir solas, mezcladas con frutas en licuados o como chocolatada, con cacao amargo y azúcar mascabo.
Las opciones para saborizarlas: canela, extracto de vanilla, menta, jengibre, semillas de cardamomo, ralladura de limón o naranja, menta, stevia fresca, cedrón.
Por Rocío Runca, licenciada en nutrición especializada en nutrición natural