Ante el creciente aumento de las enfermedades digestivas, Alicia Sánchez Ramírez, catedrática de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima, explicó que el reflujo esofágico y el estreñimiento son los principales padecimientos gastrointestinales en los niños de la entidad, así como las infecciones estomacales que pueden agudizarse según la temporada del año.
Mencionó que, por edades, en el primer año de vida el padecimiento más común es el reflujo gastroesofágico, que ocurre cuando un contenido en el estómago, como la leche u otro alimento, se regresa al esófago, lo que produce vómito.
“De diez niños menores de un año, siete pueden presentar esta enfermedad, lo cual es una frecuencia muy alta”, dijo.
La también coeditora de la Revista Mexicana de Gastroenterología, indicó que el otro grupo corresponde a pequeños de preescolar y escolar, en quienes la patología más frecuente es el estreñimiento.
Precisó que, durante el verano, los padecimientos más frecuentes son las infecciones gastrointestinales que se manifiestan con la diarrea, vómitos y fiebre, sobre todo en los menores de cinco de años de edad.
Detalló que el reflujo gastroesofágico, si no es atendido correctamente, puede provocar desnutrición o vómito con sangre debido a un cuadro de esofagitis, por lo que sugirió diagnosticarlo a tiempo para disminuir las complicaciones.
En un niño estreñido, apuntó, “no hay complicaciones que pongan en peligro su vida; sin embargo, puede alterarse su calidad de vida por razones sociales y de convivencia”.
“Una de las complicaciones del estreñimiento cuando se padece por mucho tiempo es la encopresis, que se refiere a la salida de materia fecal de modo involuntario, con un manchado de la ropa interior. Entonces, se trata de pequeños que huelen mal, que están en la escuelita y los mismos compañeros los rechazan. Son niños muy inhibidos, cohibidos, les da miedo ir al baño”, advirtió.
La profesora de tiempo completo de posgrado en Ciencias Médicas de la UdeC, dijo que las acciones preventivas a tomar en el caso de un niño con reflujo gastroesofágico, consisten en evitar sobrealimentarlo, pues esto rebasa la capacidad gástrica de su estómago y, por consiguiente, le provocará vómito.
“Es muy importante ver la cantidad que se le esté dando de fórmulas (leche en polvo), lo cual no ocurre con el amamantamiento natural, pues el bebé consume la leche materna que a él le plazca”, dijo.
Puntualizó que otras medidas preventivas para los menores de un año consisten en que el niño eructe después de comer, que no se acueste sin haberlo hecho, y vigilar los horarios de alimentación.
Comentó que, en el caso de los niños de edad preescolar y escolar que padecen estreñimiento, los padres deben alimentarlos con cereales integrales, fomentar el consumo de frutas y verduras, y sustituir los jugos y refrescos por agua natural.
Por último, definió a las enfermedades gastrointestinales como aquellas patologías que alteran alguna parte del tracto gastrointestinal, el cual abarca desde la boca hasta el ano, y sugirió que ante estos padecimientos es recomendable una valoración médica.