El Papa Francisco hizo el martes uno de los cambios más sustanciales en siglos sobre el procedimiento para anular los matrimonios católicos, simplificándolo radicalmente, y dijo que los obispos deberían brindar más ayuda a las parejas divorciadas.
En una iniciativa que refleja de nuevo su deseo por mostrar una Iglesia más piadosa con católicos en dificultades, Francisco reafirmó la enseñanza tradicional de la «indisolubilidad del matrimonio», pero actualizó un proceso de anulación que muchos consideran engorroso, extenso, obsoleto y costoso.
La semana pasada, el Papa abogó para que las mujeres que se han sometido a abortos reciban la absolución en confesiones ante su sacerdote local durante el Jubileo de la Iglesia, un periodo de un año que comienza en diciembre.
En el documento presentado el martes conocido como Motu Proprio (latín para «por su propia iniciativa»), Francisco eliminó una revisión previamente obligatoria sobre la decisión de anulación por parte de un segundo tribunal diocesal y dio a los obispos autoridad para determinar la pertinencia de cada caso de manera más simple y rápida.
El título del documento era «Mitis Iudex Dominus Iesus», latín para «El señor Jesús, el juez gentil».
Una anulación, conocida formalmente como «Decreto de N<ulidad», es una declaración que determina que el matrimonio no fue válido según las leyes de la Iglesia porque se incumplieron ciertos requisitos previos como la libre voluntad, madurez psicológica o disposición para tener hijos.
El Papa Francisco, quien creó una comisión de expertos el año pasado para que lo asesoraran, dijo que los procedimientos necesitaban acelerarse para que los católicos que buscan divorcios aprobados por la Iglesia no sean «oprimidos durante largo tiempo por las tinieblas de la duda» sobre si podrían haber anulado sus matrimonios.
La mayoría de las anulaciones son concedidas a nivel local y sólo los casos más complejos llegan a una corte especial del Vaticano, conocida como Rota. El pontífice dijo que el procedimiento, que puede costar miles de dólares en honorarios legales, debería ser libre de costo.
El monseñor Pio Vito Pinto, decano de la corte del Vaticano que rige sobre las anulaciones, dijo en rueda de prensa que las nuevas normas constituyen los cambios más sustanciales al proceso desde el Papado de Benedicto XIV, que se extendió entre 1740 y 1758.
(Reporte de Philip Pullella. Editado en español por Marion Giraldo y Víctor Nauzet Hernández)