Para la psicóloga clínica adscrita al Instituto Jalisciense de Salud Mental (Salme), perteneciente a la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), Mirna Alicia Rivera González, es importante detectar los celos patológicos desde el noviazgo para evitar la violencia emocional de manera permanente y la posterior desintegración de la pareja.
Las celotipias son celos patológicos que se manifiestan con características específicas, como la ausencia de una causa real que los desencadene o ideas persistentes que pueden estar dentro de un trastorno delirante.
“Los celos delirantes o celotipias, son estos celos patológicos en donde no existe ninguna razón fundamentada, donde los hechos son imaginarios y donde se está generalmente con la sospecha de que la pareja pueda engañar o se pueda ir con otra persona”.
Una persona celotípica es aquella que trata de ejercer un control total de su pareja, puede ir desde prohibirle tener redes sociales, hasta ejercer presión para revisarlas.
También pueden llegar a investigar llamadas y mensajes en los teléfonos celulares, prohibir a la pareja que se relacione con personas de otro sexo, además de que con frecuencia usan el chantaje emocional.
Una persona celotípica puede llegar a tener una desregulación emocional (golpear, llorar, ansiedad, tristeza) por pensar que su pareja se va a ir.
La profesional de la salud mental indicó que cuando el problema se presenta en personas casadas, el celotípico (a) puede prohibirle a su pareja salir de casa, que se vista de determinada manera y si hay hijos la persona celosa siempre va a buscar que el hijo acompañe a la pareja. En casos extremos se puede llegar a la violencia física.
“Finalmente, la celotipia es una manifestación importante de violencia emocional, de control sobre la otra persona y esta situación puede llevar al maltrato físico o a la muerte en una situación más extrema”.
Recalcó que las personas celosas tienen una disminución o inseguridad en sí mismas, además de predominar una dependencia emocional, ya que tienen una preocupación extrema de ser abandonados y una necesidad exagerada de siempre estar apoyados y sentirse aprobados en donde se desenvuelvan.
Rivera González manifestó que hay estudios donde se ha encontrado que este tipo de personas tuvieron una infancia ambivalente, “en donde pareciera que el odio y el amor estaban siempre presentes y, finalmente, también se sentían rechazados porque no tuvieron un ambiente cálido o seguro, es decir que la persona creció carente de afectividad”.
Un factor psicosocial carente de afecto puede desatar la celotipia en la persona, al igual que puede haber una predisposición cuando existen en la familia personas con algún trastorno de tipo delirante o paranoide.
“La celotipia es un problema para el sujeto, es importante mencionar que sufre, porque está pensando que no es amado, se piensa como una persona no suficiente, inferior a los otros y va a terminar siendo abandonado. Todo esto genera dolor emocional y sufrimiento”.
Las celotipias no distinguen sexo, ya que pueden aparecer en ambos géneros, pero es en los varones donde se manifiesta de manera más violenta, por la creencia de que la mujer le pertenece al hombre.
“También se presenta en las mujeres, en aquellas que hacen llamadas permanentes, que su violencia la demuestran a través del llanto o de los insultos”.
Rivera González, manifestó que el tratamiento para estas personas es acudir a terapia. En una primera etapa se recomienda que sea individual o grupal para, posteriormente, trabajar con la pareja. BP