La mala alimentación es uno de los factores principales para contraer cáncer de mama, de ahí que las mujeres que consumen dietas con abundante grasa, ingieren alcohol y no realizan actividad física son más propensas a padecer esta enfermedad en su vida.
Según instituciones internacionales, el 35% de los tumores cancerígenos tienen origen o están relacionados con factores alimentarios, añadió la dependencia estatal al señalar, en contraparte, que comer de forma saludable puede reducir un 30 a 40 por ciento la incidencia global de esta enfermedad.
El cáncer mamario es producto, en buena medida, de la ingesta de comida chatarra, carnes rojas, grasas saturadas, azúcares refinados o bollería y una dieta pobre en fibra e inadecuado consumo de agua simple, acompañado de falta de actividad física, sobrepeso u obesidad.
El área de Nutrición de la Secretaría de Salud indicó que las grasas son la principal fuente de energía de las células tumorales; los embutidos contienen conservadores que facilitan la mutación de las células, y el consumo excesivo de alimentos al carbón puede llegar a ser tóxico.
Así mismo, refirió que el alcohol influye fuertemente en la mutación de las células con las que tiene contacto y propicia la disminución de las defensas en el organismo.
Dijo que una alimentación alta en fibra como cereales integrales, alta en antioxidantes con el consumo de verduras y frutas y baja en grasas saturadas y alcohol, así como realizar actividad física y practicar lactancia materna durante los dos primeros años de vida del bebé, son claves para prevenir el cáncer de mama.
El área de Salud mencionó que otros factores de riesgo para dicho padecimiento son las mujeres que tuvieron menstruación temprana; no hayan tenido hijos antes de los 30 años; no practicaron lactancia materna; usaron hormonas como estrógeno y progesterona; padecieron otro tipo de cáncer como endometrio; se expusieron a radiaciones; fuman, y consumen bebidas alcohólicas.
Informó que en los centros de salud y hospitales de la Secretaría de Salud se cuenta con profesional especializado en la materia que puede orientar sobre la alimentación anti-cáncer.