La piel es el mayor órgano del cuerpo del ser humano y desarrolla diversas funciones que nos permiten llevar a cabo nuestras actividades cotidianas. Pese a su relevancia, muchas personas no le brindan a la piel los cuidados ni la atención necesaria para que esté saludable.
La piel nos protege de los cambios de clima como el calor y el frío, también tiene funciones de tipo social, ya que es a través de ésta que tenemos contacto directo con otras personas. Por otra parte, tiene funciones de tipo hormonal, pues produce hormonas y sustancias que son esenciales para evitar infecciones y defendernos de eventos agresores externos.
“La piel debe de someterse a cuidados muy especiales tanto en frío como en calor y dependerá sin lugar a duda de la persona y de la edad, puesto que con el paso del tiempo disminuye su elasticidad normal, así como la función y el número de las glándulas que producen la grasa normal lubricante. Con el tiempo se pierde la unión entre una célula y otra, por lo tanto el adulto mayor, es más susceptible a sufrir ampollas ante una fricción”, informó la subdirectora del Instituto Dermatológico de Jalisco “José Barba Rubio”, perteneciente a la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), Guadalupe Villanueva Quintero.
Precisó que la exposición solar prolongada es uno de los factores que acrecentan estos cambios, sobre todo en las personas que no utilizaron protección a lo largo de su vida. Así pues, aumenta la susceptibilidad a manchas, resequedad, adelgazamiento cutáneo y el desarrollo de cáncer.
“Es muy común que con el paso del tiempo se reseque la piel y sobre todo en mujeres cuando entran en la etapa de climaterio, es decir, déficit de hormonas femeninas, como son los estrógenos”, indicó la dermatóloga.
Recomendaciones
Lo fundamental es mantener la piel siempre limpia, no deben utilizarse agua caliente y estropajos o fibras que “barren” con la grasa lubricante normal de la superficie cutánea. Basta con una esponja acompañada de jabones suaves y aceitosos, y agua tibia para que no haya un barrido de la grasa natural.
“Los ancianos deben darse un baño rápido puesto que no sudan igual que una persona joven, porque sus glándulas sudorales disminuyen en un 30 por ciento y no tienen gran actividad física. Para el lavado de las áreas intimas deben utilizarse jabones o geles limpiadores suaves sin alcohol y sin perfumes, ya que pueden irritar la piel y ser causantes de dermatititis y vaginitis en el caso de las mujeres”, comentó.
Se deben utilizar cremas hidratantes, de preferencia sin color y sin olor, sobre todo en las áreas que sufren mayor resequedad como la cara anterior de las piernas, los brazos y el tronco. En el caso de las mujeres deben aplicarla también en sus mamas, puesto que se resecan con facilidad, especialmente con el frío.
Una piel seca puede generar comezón y rascado, el cual favorece la irritación e inflamación de la misma. Cuando hay escoriaciones, es fácil la entrada de microorganismos que causan una infección de los tejidos blandos.
Algunas personas sufren de piel atópica (piel susceptible, seca, y con tendencia a presentar alergias), por lo que requiere de aplicar más veces lubricantes, así como evitar la ropa que tenga fibras sintéticas o lana, y utilizar ropa de algodón.
Con la cara hay que tener especial cuidado sobre todo en las personas con tendencia a presentar problemas de acné, ya que el uso de las cremas puede favorecer a que se presenten dichas lesiones, porque pueden obstruirse los conductos pilosebáceos. Para estos casos, se recomienda que se utilicen geles humectantes o hidratantes libres de grasa que se denominan productos no comedogénicos.
El Dato
Es muy importante el uso de protectores solares, a pesar de que la persona no vaya exponerse al sol en lugares como la playa, éste debe ser adecuado para cada tipo de piel y con una debida consistencia. El factor de protección debe ser por arriba de 30.