Tomar un buen desayuno de muchas calorías y elegir una cena liviana mejora la fertilidad de las mujeres con síndrome de ovario poliquístico.
Los investigadores de la Universidad de Tel Aviv (Israel) explican que la mayoría de las mujeres con esta patología son resistentes a la insulina. Como su cuerpo produce demasiado de esta hormona, esta va a los ovarios y promueve la generación de testosterona, un factor que disminuye su fertilidad. Por ese motivo, controlar la liberación de insulina a través de la alimentación ayuda a mejorar la posibilidad de quedar embarazadas.
DESAYUNO FÉRTIL
El estudio se realizó con 60 mujeres que tenían síndrome de ovario poliquístico y un peso normal. Daniela Jakubowicz, especialista que condujo el estudio, dividió a las voluntarias en dos grupos. La mitad consumió un gran desayuno de 980 calorías, un almuerzo de 640 calorías y una cena de 190 calorías. La otra mitad comió un desayuno de 190 calorías, almuerzo de 640 calorías y cena de 980 calorías. Por lo tanto, todas las voluntarias consumieron la misma cantidad de calorías pero distribuidas de diferente manera.
Luego de un tiempo, los investigadores les hicieron una serie de análisis y notaron que ninguna participante subió de peso. Sin embargo, las que consumieron una cena de muchas calorías tenían niveles más altos de insulina y testosterona. Por el contrario, las que comieron un gran desayuno disminuyeron 56% la resistencia a la insulina y cayó 50% el nivel de testosterona. Estos cambios hormonales hicieron que su tasa de ovulación subiera 50%.
Jakubowicz recalca que el plan de alimentación con un gran desayuno y una cena pequeña sigue el ciclo metabólico de 24 horas, y no busca la pérdida de peso sino el control de la insulina. Por ese motivo considera que este tipo de alimentación también es recomendable para las mujeres con síndrome de ovario poliquístico que no están buscando quedar embarazadas.