En italiano se llama “Casate e sottomessa”. En castellano, “Cásate y sé sumisa”. Pero no importa el idioma, lo esencial (y polémico) es el mensaje y el boom que ha generado. Es que el libro escrito por la periodista Constanza Miriano está primero en ventas en España y parece haber iniciado un fenómeno que no tiene ganas de parar.
El manual de la esposa ¿perfecta?
Así se lo presenta: “¿Qué viene después del beso final? ¿Después del «The end»? ¡Sería estupendo que los guionistas dijeran algo! ¿Son felices? ¿Cuántos hijos tienen? ¿Alguna sabe que se puede ser feliz incluso con su marido? Ahora es el momento de aprender la obediencia leal y generosa, la sumisión”. ¡Chan!
Reaccionario, estereotipado y machista, este libro propone consejos tan básicos y burdos como polémicos. Veamos algunos: “Que la esposa mejor se quede en casa y en la cocina y que se esmere en ello” ó “Cuando se trata de la vida en pareja (…) mejor tres pasos atrás” ó «Si sólo acoges aquello que es conforme a ti, aquello que tú piensas, no estás casada con un hombre, sino contigo misma. En lugar de hacer eso, debes someterte a él”.
Promediando la segunda década del siglo XXI, y cuando el porno soft de “Cincuenta sombras de Grey” se asoma como en el éxito literario destinado a revolucionar el mundo editorial, lo que este libro sostiene a lo largo de sus páginas realmente impacta. Pero lo que impacta aún más es el furor que ha producido entre las mujeres de nuestros días.
Pero así como hay quienes lo compraron ansiosas por descubrir qué decía, hay muchas otras indignadas por sus contenidos notoriamente machistas. Tanto, que hasta Ana Mato, la ministra española de Asuntos Sociales e Igualdad, pidió que se lo saque de circulación. «No comparto en absoluto ni el título ni el contenido y me gustaría y así lo he pedido que se retirara ese libro, creo que no es nada adecuado y que es una falta de respeto a las mujeres», aseguró la funcionaria.
Frente a esto, y para responder a quienes la cuestionan, la autora afirmó en una entrevista con W Radio que el libro no tiene nada que ver con algo agresivo: “la sumisión no es apología a la violencia, es la sumisión en términos espirituales de ternura”, explicó.
Someter y dejarnos someter no es algo nuevo en nuestra cultura. Desde publicidades que nos muestran como tontas hasta actitudes y comentarios que aceptamos como naturales se imponen en nuestro día a día. ¿Crees que casarse y aceptar las condiciones que te impone el otro es la verdadera manera de ser feliz? Comparte tu opinión.