En el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, desarrollaron un chip anticonceptivo computarizado que puede ser manejado a control remoto. Les permite, así, a las usuarias elegir el momento ideal para buscar ser madres.
¿Cómo funciona?
El chip se implanta de forma subcutánea en la mujer y libera, todos los días durante 16 años, una pequeña dosis de la hormona levonorgestrel. El dispositivo mide 20 mm x 20 mm x 7 mm y contiene un microchip de un centímetro y medio dentro con minúsculas reservas de la hormona almacenadas.
Nada diferente a lo que ya conocemos. Hoy en día existen otros tipos de anticonceptivos implantados en el cuerpo, pero los investigadores del nuevo método indican que todos los implantes anteriores requieren de una visita a una clínica y de un procedimiento ajeno al paciente para ser desactivado.
Pero lo nuevo es que este mecanismo puede ser detenido en cualquier momento utilizando un control remoto. «La posibilidad de apagar y prender el dispositivo otorga ciertas ventajas a aquellos que están planificando una familia», sostuvo Robert Farra del MIT.
El próximo desafío para el equipo de científicos es lograr que su creación sea tan segura que no pueda ser activada o desactivada por otra persona sin el conocimiento de la mujer que lo porta. «La comunicación con el implante tiene que ocurrir a una distancia no mayor a la del contacto con la piel, alguien en el otro extremo del cuarto no puede reprogramar el dispositivo. Además, tendrá una contraseña segura que solo podrá ser desactivada por la usuaria que lleve el implante”, indicó Farra.
Nuevos caminos
Este descubrimiento también podría ser utilizado para administrar otras drogas a pacientes que lo necesiten. La tecnología desarrollada tiene un amplio futuro en la medicina y recién está comenzando a utilizarse.
El proyecto cuenta con el apoyo de Bill Gates y será sometido a pruebas el próximo año. Si todos los estudios resultan positivos, el chip subcutáneo será puesto a la venta en 2018.