Cómo ser madre y profesional desde casa (y no enloquecer)

Con el continuo avance e innovación tecnológica, uno va modificando sus relaciones y sus hábitos. Esto afecta también a la forma en la que trabajamos. El teletrabajo, o trabajo freelance, es una modalidad que brinda la posibilidad de trabajar en un ámbito distinto a la oficina. Puede ser desde el propio hogar o un bar ya que, gracias a los medios informáticos y a las mejoras en la comunicación, cumple con todas las necesidades.

Esta alternativa brinda grandes beneficios a las mujeres. Anteriormente, muchas de ellas debían abandonar el desarrollo de su carrera profesional o postergarlo cuando tomaban la decisión de ser madres y formar una familia. En la actualidad, las que implementan esta modalidad se benefician por poder combinar el trabajo con las tareas personales, poder disfrutar de la vida familiar, no tener que desplazarse, administrar los horarios de trabajo y, sobre todo, por poder adaptar el trabajo a su propia vida y no su vida al trabajo.

Es necesario que la persona que se dedique al “freelance” posea capacidad para organizar los tiempos laborales y pueda cumplimentar las tareas en tiempo y forma, sepa utilizar las tecnologías para comunicarse y tenga auto-motivación.

Algunos consejos que las ayudarán a sacarle más provecho a esta modalidad:

– La organización es la clave: hay que mantenerse organizado. Si tenemos nuestra oficina en casa entonces hay que dedicarle un espacio físico exclusivo, desde un escritorio a una habitación. Es importante empezar el día como si nos fuéramos a trabajar: ducharse, desayunar, preparar a los niños, etc. Es fundamental empezar el día con una mente fresca.

– Administrar los tiempos: la administración del tiempo puede ser un problema si uno no tiende a auto-motivarse o si es propenso a distraerse fácilmente. Lo mejor es armar un cronograma, por lo menos durante un período de tiempo y conocer cuáles son nuestros horarios de mayor productividad.

– Acudir a contactos previos: comunicarse con ex-jefes o compañeros de trabajos anteriores con quienes se haya mantenido una buena relación ya que no sólo pueden proveernos de oportunidades disponibles, sino que también pueden darnos consejos sobre cómo administran el tiempo y el trabajo.

– Aprender a pedir ayuda: si se cuenta con la suerte de contar con padres, hermanos o amigos que puedan auxiliarlas en algunas situaciones, no dudar en hacerlo.

– No tener miedo de tomar decisiones equivocadas: esto se aplica tanto a los hijos como al trabajo. Mantener una actitud reflexiva, y ante la duda, informarse.

– Organizarse económicamente: no desesperar. El trabajo freelance tiene altos y bajos. Administrar los ingresos de un buen mes, en caso de que el siguiente no sea tan bueno.

 

Por Sebastián Siseles, director regional para América Latina de Freelancer.com.