La duda de si vivir en pareja antes del matrimonio es beneficioso o no se despeja con los resultados de una investigación de la Universidad de Ohio.
Según el prestigioso centro de estudios, “juntarse antes del matrimonio” puede aumentar hasta un 36% la probabilidad de mantener una relación estable a largo plazo después de casarse.
Para el estudio los investigadores analizaron los datos estadísticos de 2 mil 761 mujeres nacidas en los 60, y los resultados indicaron que la convivencia previa contribuía significativamente a una unión de largo plazo, lo que aumentaba proporcionalmente a la edad.
En consecuencia, según los investigadores, la convivencia previa al matrimonio encontró que las relaciones duraron más de 12 años en un 52% entre las mujeres que formaron una primera unión con sus futuros esposos a edades de entre 24 y 28 años; una proporción que aumentaba hasta a un 78% si la unión se había realizado a partir de los 30 y antes de los 34 años.
¿Éxito predecible?
Pero incluso, cuando es la segunda experiencia de unión libre la que termina en matrimonio, en caso del grupo de mujeres más jóvenes (de entre 24 y 28 años), la probabilidad de que esta segunda relación dure al menos 12 años fue de 148% respecto a la primera, y para el otro grupo (entre los 30 y los 34 años), llegó entonces hasta 187%, también con respecto a una primera vez.
Aclaración. Con mucho énfasis los investigadores explican que los resultados no pueden utilizarse de forma personal para intentar una relación “prematrimonial”; es decir, no deben, ni pueden, usarse para hacer predicciones específicas respecto a si a una pareja determinada le irá mejor viviendo juntos antes de casarse o no.