“No creo en la felicidad, yo creo en los momentos de alegría. La felicidad es una alegría permanente, es un estado de iluminación y eso no existe”, explicó el doctor en psicología Walter Riso.
El italiano –nacido en Nápoles– derrumbó los mitos alrededor del crecimiento personal y manifestó no estar de acuerdo con el optimismo extremo. “Me da miedo. Pienso que una persona optimista, y que se lo tome muy a pecho, puede equivocarse muy fácil porque no está viendo las consecuencias. A veces es mejor ser pesimista que optimista. Pero la clave no está en estos dos, sino en ser realista”.
Este pensamiento es producto de sus estudios en terapia cognitiva, donde asegura experimentó que el realismo cura en sí mismo. “Cuando una persona es capaz de ver las cosas tal cual son, sin sesgos ni autoengaño, ni distorsiones y permanecer plenamente consciente es capaz de disfrutar la vida”, señala.
Por otro lado, afirma que prácticas como visualizaciones, afirmaciones o vision board (tablero de metas) no son recomendadas. “Eso es moda, lo único que funciona es que hables bien contigo mismo, que logres un dialogo interior que no sea autodestructivo, sino que te permite tener conciencia de lo valioso que eres y de aquello que debes cambiar”.
Riso, quien ha escrito 28 libros enmarcados en temas de desarrollo del potencial humano y el próximo año lanzará su primera novela, cuenta que cuando se inició en la escritura no existía la palabra autoayuda, sino divulgación psicológica, por lo cual prefiere que sus textos sean descritos de la segunda forma o como autoayuda científica. “Hay una autoayuda seria, hay otra que no lo es porque no está fundamentada científicamente ni está escrita por profesionales. Los libros de crecimiento personal, cuando son serios, sirven mucho”.
Aunque el conferencista también devora libros de su misma línea temática testificó que se refugia más en ensayos de filosofía, sociología y antropología. “Mientras la psicología te da estrategia de resolución de problemas, la filosofía genera espacios para pensar; siento que he crecido más con la filosofía que con la psicología. Es difícil no encontrar en las lecturas de los sabios griegos algo de divulgación psicológica. Te insinúan cambios. No dan respuestas, pero si dan espacios de reflexión”.
El autor de libros como Maravillosamente imperfecto, escandalosamente feliz y Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido no se considera “un maestro especial” y reveló que tampoco está esperando que las personas lo sigan, por el contrario, se define como alguien normal que tiene un femenino interior “me gusta decorar, cocinar, pero también puedo ser un vikingo atrevido”.
Sobre su proceso personal y profesional manifestó que se vio obligado a desaprender “mil cosas” donde relucen los conceptos de amor y felicidad. “Leyendo a Plotino aprendí que uno debe crear su propia estatua, es decir el crecimiento personal tiene una estética y para construirla no hay que agregar, hay que quitar, pulir; porque todo el aprendizaje social nos llena de basura y ese arrume irracional que hemos acumulado año tras año es absolutamente contra producente para que nosotros podamos funcionar de manera tranquila”.
Riso arribó a Colombia en el año 1978. Finalizó sus estudios de Psicología en la Universidad de San Buenaventura de Medellín y en la actualidad se encuentra viviendo entre su país natal y Colombia.