El estrés de tener un bebé enfermo en el hospital es suficiente como para que el padre más amable descargue sus miedos y frustraciones contra los médicos y los enfermeros.
Al respecto, un estudio sugirió que los bebés recibirían una mejor atención si sus padres respiran profundo y se esfuerzan por ser gentiles.
Eso es porque los malos modos de los padres están asociados con un peor desempeño de los equipos médicos a cargo de los bebés en las unidades de terapia intensiva neonatales (UTIN), según los autores en una publicación en Pediatrics.
Muchos estudios previos han demostrado que la exposición aun a una conducta levemente agresiva afecta el rendimiento del personal en las tareas cognitivas, disminuye la creatividad y la flexibilidad, además de la sociabilidad y la asistencia, según el autor, doctor Arieh Riskin, de la Universidad de Tel Aviv, Israel.
«Pero este estudio es el primero que demuestra lo que todos percibimos y aprendemos de la experiencia en la práctica diaria: que la exposición a la agresividad de los pacientes o sus familiares contra el equipo médico daña significativamente el rendimiento profesional», indicó Riskin.
Treinta y nueve equipos de UTIN participaron en talleres de entrenamiento con simulaciones de atención de recién nacidos y prematuros en estado crítico. Se les dijo que era una experiencia de entrenamiento en técnicas de comunicación para conversar sobre el rendimiento del equipo. No conocían el objetivo real del experimento.
En cada taller, dos equipos intervinieron al azar en uno de dos escenarios con actores: una madre que hacía comentarios agresivos sin relación con el desempeño de los médicos u otra que no hablaba de manera ofensiva.
Los autores estudiaron escenarios comunes en la UTIN, como la atención de bebés con ictericia grave, shock por hemorragia, dificultades respiratorias potencialmente fatales o reducción del flujo de oxígeno al cerebro.
Los jueces que observaban los talleres calificaron el desempeño de los equipos en tareas como el diagnóstico, el diseño de planes de tratamiento, el intercambio de información, la asistencia a los pacientes y la comunicación.
El rendimiento de los equipos en el diagnóstico, la planificación del tratamiento y el intercambio de información y carga de trabajo disminuía cuando estaban expuestos a las madres agresivas, según el equipo.