En las mujeres de 50 años o menos, dos horas y media de tiempo libre activo por semana reduce en un 25 por ciento el riesgo de enfermar del corazón, de acuerdo con un estudio de Estados Unidos.
Mientras que esto ya se conocía para los adultos de mediana edad y mayores, poco se sabía sobre la utilidad del ejercicio en las mujeres más jóvenes, publican los autores en Circulation.
«Pero vale la pena señalar que no importa si el ejercicio es moderado o intenso, si son seis o tres días por semana. Cada
minuto cuenta», dijo la autora principal, Andrea Chomistek, de la Facultad de Salud Pública de Indiana University, Bloomington. «Además, el ejercicio reduce el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca, ya sea que se tenga un peso normal, sobrepeso u obesidad», agregó.
El equipo estudió a 97.000 participantes del llamado Nurses Health Study; tenían entre 27 y 44 años en 1991. Cada dos años, las mujeres respondieron sobre la actividad física en los momentos de ocio. En el 2011, había 544 casos de enfermedad coronaria, incluidos 254 en menores de 50 años.
Más allá del peso, las mujeres que hacían actividad física de intensidad moderada (por ejemplo, caminar a paso intenso) tenían menos riesgo de padecer una cardiopatía que aquellas
sedentarias o con poca actividad física.
Las mujeres que dedicaban 2,5 horas por semana a la actividad física eran un 25 por ciento menos propensas a que les diagnosticaran enfermedad coronaria que las que no hacían
ejercicio.
Aunque los beneficios se observaron aun en las participantes con sobrepeso y obesidad, el equipo halló el máximo beneficio en las mujeres con peso normal: ese grupo tenía la mitad del riesgo cardíaco que las mujeres obesas y sedentarias.
«Hay muchos estudios que demostraron una relación entre el aumento de la actividad física y la frecuencia de aparición de la enfermedad cardíaca, el ACV, los cánceres, la diabetes y
muchas otras enfermedades crónicas», indicó la doctora Erin D. Michos, de la Facultad de Medicina de Johns Hopkins, Baltimore,y coautora de un editorial sobre el nuevo estudio.
Pero aseguró que este estudio observacional no prueba que el ejercicio disminuya el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca.
«Las mujeres que son más activas deben adoptar muchas más conductas saludables, como comer saludablemente, dormir lo suficiente, controlar el estrés, etcétera (…) Esto significa
que ser más activas simplemente sería un indicador de mejor estado de salud general», remarcó.
De hecho, la frecuencia de la actividad física no pareció importar en el estudio si el tiempo total acumulado por semana era significativo. Chomistek precisó que se recomienda que las
mujeres hagan 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana, en la cantidad de intervalos que les permitan sus agendas.