Un estudio pequeño sugiere que una dieta vegana reducida en grasas aliviaría el dolor físico asociado con la diabetes tipo 2.
«Este nuevo estudio proporciona una luz de esperanza en una enfermedad sin otros buenos tratamientos», dijo el autor principal, doctor Neal Barnard, presidente de la Comisión de Médicos por una Medicina
Responsable, que es una organización no gubernamental que promueve la dieta vegana, la medicina preventiva y alternativas a la investigación con animales.
La mayoría de las personas con diabetes tipo 2 desarrollará neuropatía periférica diabética, según publican los autores en Nutrition and Diabetes. Eso les produce dolor, ardor y entumecimiento de las extremidades.
«Un paciente se puede sentir muy mal y deprimirse porque no existen buenos tratamientos y el problema es cada vez peor», agregó Barnard, de la Facultad de Medicina de George Washington University, Washington D.C.»Al dejar de lado los alimentos de origen animal y grasosos, mejora la salud y el dolor disminuye hasta, quizás, desaparecer», dijo en un correo electrónico.
La diabetes tipo 2 es la forma más común de la enfermedad y a menudo está asociada con la obesidad. Las células del cuerpo se vuelven resistentes a la insulina o no producen suficiente cantidad de esa hormona. La insulina permite que las células reciban el azúcar en sangre para utilizar como combustible.
La enfermedad interferiría con la capacidad de los nervios de transmitirle al cerebro las señales de dolor, roce y temperatura. Los anticonvulsivantes y los antidepresivos ayudan a reducir el dolor en algunos pacientes, pero con efectos adversos desagradables.
El equipo reunió a 35 adultos con diabetes tipo 2 y neuropatía diabética. Al azar, 17 comenzaron una dieta vegana reducida en grasas y tomaron suplementos de vitamina B12 durante 20 semanas, con clases de apoyo semanales. Los 18 restantes tomaron suplementos de vitamina B12 sin modificar su alimentación.
La dieta vegana incluía verduras, frutas, granos y legumbres. La mayoría del grupo tratado con esta dieta evitó los productos de origen animal y la mitad siguió dietas reducidas en grasas durante el estudio.
A las 20 semanas, los participantes tratados con la dieta vegana adelgazaron unos 7 kilos y el grupo control, 0,5 kg.
Otros valores, como la presión, mejoraron con la dieta vegana al compararlos con los del grupo control. Además, sentían mucho menos dolor. Una evaluación de los nervios de los pies también sugirió que la dieta vegana habría retrasado o suspendido el deterioro de la función nerviosa.
También el equipo halló indicios de mejoría de la calidad de vida general del grupo tratado con la dieta vegana con respecto del grupo control, aunque la diferencia podría atribuirse al azar.
Para los autores, se necesitan estudios más grandes para demostrar que la dieta vegana alivia el dolor asociado con la diabetes tipo 2.