¿De qué se trata la nueva moda de fumar shisha, narguile o pipa de agua? Es un dispositivo “importado” de Oriente –en Turquía, Vietnam y Emiratos Árabes es boom hace muchos años- que permite utilizar diferentes tipos de tabacos saborizados que pasan a través de un tubo (literalmente, la pipa). Supuestamente provocarían menos daño, ya que además se utiliza agua. Pero no es así.
El riesgo para la salud que generan las pipas de agua es comparable al de los cigarrillos. Una sesión de una hora implica inhalar 200 veces, mientras que un cigarrillo se inhala 20 veces. Así, la cantidad de humo inhalado –que es igual de tóxico- es de 90 mil cc., mientras que un cigarrillo lleva a inhalar 500 a 600 cc. Por otro lado, la shisha contiene muchos de los componentes tóxicos del humo de cigarrillo, y el hecho de que pase de un fumador a otro (porque se comparte) permite además que se contagien infecciones.
Además, el jugo de tabaco irrita la boca y produce canceres bucales y de estómago. Por eso, en el último Congreso Mundial de Tabaco realizado en Abu Dhabi se confirmó que no existe ningún producto de tabaco que sea seguro para la salud.
Otro de los puntos en conflicto es la utilización de carbón –que es lo que genera la combustión del tabaco- ya que produce altos niveles de monóxido de carbono, metales y carcinógenos. Por otro lado, el hecho de que el tabaco pase por agua no cambia la toxicidad. Simplemente se agregan otras sustancias tóxicas.
En cuanto al humo, produce enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y al igual que el del cigarrillo convencional, afecta también cuando se inhala de segunda mano (al compartirse, inclusive los fumadores inhalan también lo de sus “compañeros de sesión”). Tal es así que los hijos de madres consumidoras de pipas de agua tienen mayor riesgo de bajo peso al nacer y de enfermedades respiratorias.
El problema es que estos productos son una novedad, como ocurre con muchas otras modas, y cuentan con la creencia equivocada de que son más seguros que los cigarrillos. Además, como se pueden agregar sustancias dulces que le cambian el sabor, esto vuelve el hábito más atractivo, sobre todo para los jóvenes. Pero no debemos olvidar lo peligrosos que son.
Por el doctor Alejandro Videla, especialista en neumonología del Hospital Universitario Austral.