El Vaticano, como sede de la Iglesia Católica, siempre ha sido una burocracia abrumadoramente masculina, y estadísticas dadas a conocer el viernes antes del Día Internacional de la Mujer sustentan esa percepción.
El año pasado, apenas 18% de los empleados de la Santa Sede eran mujeres, comparado con 17% hace cuatro años.
Pero en el Estado de la Ciudad del Vaticano —que administra los museos del Vaticano, su supermercado, su farmacia y una tienda por departamentos libre de impuestos— ha habido un incremento más marcado en la inclusión de mujeres, de acuerdo con estadísticas dadas a conocer el viernes. En el 2004, 13% del personal eran mujeres, pero en el 2014 la cifra había subido a 19%.
El papa Francisco ha prometido nombrar a más mujeres para posiciones de alto rango en el Vaticano, aunque ha descartado nombrar a una mujer para dirigir una congregación. En la actualidad, solamente dos mujeres tienen el rango de subsecretarias.