Se trata de Adopta un chico, una red social que cuenta con más de 10 millones de miembros y que está presente en Brasil, México, Colombia, España, Italia, Alemania, Polonia y en la Argentina. En nuestro país se intercambian unos 20.000 mensajes diarios y el 50% de los usuarios son mujeres.
Fue creado por dos amigos franceses en 2008 y en el último tiempo está dando mucho que hablar. Es un portal de citas pero, a diferencia de otros, acá la mujer es la que tiene el poder de dar el primer paso. Como si fuera una suerte de boutique, las chicas pueden elegir lo que desean encontrar en un hombre detallando características físicas, personalidad, estilo y el lugar geográfico donde quieren hacer esta búsqueda.
Para ingresar a la “tienda online”, hay que registrarse cargando un formulario con diversos datos personales que incluyen, además de la apariencia física, datos sobre preferencias en el amor, hobbies, deseos e intereses de todo tipo. El hombre tiene la posibilidad de generar “encantos” y la mujer el poder de decisión: rechazar o aceptar la propuesta. Esto último se manifiesta subiendo al chico seleccionado al carrito de compras online. Casi como si estuviera de shopping en una tienda virtual. “En el supermercado de las citas todos los clientes hacen un buen negocio”, comenta Clara Bizien, directora de Marketing internacional de Adopta Un Chico.
La gran diferencia entre este sitio y otros portales de citas es que el foco está puesto 100% en la mujer. Es ella la que tiene todo el poder para decidir si establece o no el contacto con un hombre. “La aceptación que tenemos de cara a las mujeres es sin duda la que esperábamos, de mucha actividad, desinhibición y de llevar la delantera”, aseguran desde la empresa, donde destacan que se trata de una propuesta innovadora y descontracturada.
¿Es un sitio exclusivamente para acordar encuentros furtivos o se pueden establecer relaciones de larga duración? Eso no se puede saber por anticipado. Hay historias de todo tipo, según detallan desde el portal. La idea es establecer un primer vínculo y luego esperar a que las cosas tomen el curso que el destino, el deseo o lo que sea sugiera. Hay casos de usuarias que pasaron de un mero chichoneo a una pareja estable en cuestión de meses y hay muchas otras que no pasaron de un amor express. Tampoco faltan los que comenzaron con un coqueteo y terminaron forjando una amistad a prueba de balas. Es cuestión de pasar, probar y ver. Nadie tiene nada asegurado. Como en la vida misma.