Las condiciones laborales y sociales de muchas mujeres mexicanas les impiden llevar a cabo una lactancia adecuada para alimentar a sus recién nacidos, lo que aumenta el riesgo de mortalidad infantil, de acuerdo con estudios sobre el tema.
Según la fundación internacional Save the Children, anualmente se podrían evitar 830.000 muertes de niños en el mundo si cada recién nacido recibiera leche materna durante la primera hora de vida. Sólo dos de cada 10 niños mexicanos reciben esa alimentación.
Después de que el Gobierno de Ciudad de México lanzara una campaña en favor de la lactancia en que participaron actrices y deportistas mexicanas bajo el lema «No le des la espalda, dale pecho», académicos y organizaciones feministas criticaron lo que consideraron un enfoque sexista.
En los carteles, las famosas aparecen semidesnudas y con el torso cubierto sólo por una manta en la que se lee el lema de la campaña.
Nancy Ramírez, coordinadora de gobernanza de los derechos del niño en Save the Children-México, comentó a Efe que esa campaña no fue diseñada para llegar a la mayoría de las mujeres y no tiene en cuenta todos los factores que llevan a las mujeres a no dar leche materna a sus bebés.
Aseguró que la principal causa de que en México las mujeres no den leche materna a sus bebés tiene que ver con las condiciones en que trabajan. «Es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la lactancia porque en México no se está cubriendo lo recomendado por organismos internacionales sobre permisos de maternidad» comentó.
«En México son menos días los que puede tomarse la madre para alimentar a su bebé, incluso menos que en otros países de Latinoamérica que dan alrededor de 120 días. Y ni se diga en países como Reino Unido, donde dan 180 días, o Suiza, donde supera el año», añadió.
Según el informe «Lactancia y maternidad en México: retos ante la desigualdad», que Save the Children publicó en 2013, aproximadamente 1,4 millones de las defunciones infantiles en 2008 fueron resultado de una lactancia «subóptima».
Una lactancia completa implica que los niños sean exclusivamente alimentados con leche materna en sus primeros seis meses de vida, y que posteriormente se complemente con otros alimentos hasta los dos años de edad.
Entre los beneficios que conlleva una lactancia óptima, el informe destaca que la leche materna «reduce el riesgo de enfermedades respiratorias y diarrea, que son causas muy importantes de muerte en menores de cinco años, y se reduce el riesgo de obesidad, diabetes tipo 1 y 2, leucemia o asma», comentó Ramírez.
Añadió que la lactancia puede prevenir el cáncer de ovario y de mama en la madre, y que el vínculo que se genera entre la mamá y el bebé durante este periodo favorece el equilibrio emocional del niño. «Esto crea las bases para que en el futuro los niños tengan una personalidad más sólida», abundó.
Sin embargo, hay ocasiones en los que una madre no puede alimentar a su hijo exclusivamente de leche materna.
«Al bebé hay que alimentarlo cada vez que lo pide, cada vez que llora, y si la madre no genera suficiente leche y lo alimenta exclusivamente de leche materna, el bebé se queda con hambre», dijo a Efe el doctor Alfonso García Calva, especialista en pediatría.
«Es preferible que se complemente la alimentación de un bebé con leche de fórmula a que se quede con hambre. Además, hay ocasiones en que la madre trabaja y no puede estar alimentando a su bebé» añadió.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, entre 2006 y 2012 la lactancia disminuyó a nivel nacional de 22,3 % a 14,5 %, y en zonas rurales se redujo de forma «dramática» de 36 % a 18,5 %.
El estudio también menciona un aumento en las cifras de niños menores de seis meses que además de leche materna consumen agua, lo que aumenta el riesgo de enfermedades gastrointestinales.
Según la misma encuesta, la principal razón que dieron las madres entrevistadas que nunca dieron pecho a sus hijos es que no tuvieron información ni apoyo durante el parto ni en el periodo inmediatamente posterior.
Nancy Ramírez señaló que en zonas rurales es difícil que las madres cuenten con servicios de salud, por lo que carecen de la información necesaria sobre los beneficios de la lactancia.
«La publicidad que nos venden nos da a entender que la leche de fórmula podría sustituir a la leche materna, y no es así. Los componentes y todas las vitaminas y anticuerpos, la leche de fórmula no los tiene», dijo.
Indicó que su organización está promoviendo que la lactancia sea un derecho para los niños y las madres, «porque esto tiene que ver con derecho a la vida, a la supervivencia del niño, y derecho a la información de las madres».