Un estudio médico realizado en Inglaterra, por profesionales de la Universidad de Warwick, y recientemente presentado durante el encuentro anual de la Academia de Pediatría de Canadá, muestra una teoría importante a la hora de prevenir el creciente fenómeno del bullying.
Según los investigadores, si bien muchos de los chicos que sufren este creciente fenómeno social lo padecen en silencio; la presencia repentina de pesadillas podría indicar que estos menores están padeciendo alguna de estas situaciones.
Los expertos reconocen que, en general, quienes son acosados de esta manera suelen someterse en silencio; y que el trauma que reciben puede generarles desde episodios de ansiedad a depresión, pasando por situaciones psiquiátricas graves y hasta llegar al suicidio.
FENOMENO COMUN
Según la doctora Suzet Tanya Lereya, de la Universidad de Warwick «encontramos que las pesadillas son algo relativamente comunes en la niñez; y los terrores nocturnos se registran en hasta el 10 % de todos los chicos».
Pero si alguno de estos fenómenos ocurre en forma frecuente, o se extienden a lo largo de un largo período de tiempo, «esta situación podría estar indicando que el chico -o preadolescente- estuvo, o está, siendo atacado por sus pares».
En concreto, este tipo de trastornos del sueño pueden estar indicando una situación de fuerte estrés en el menor.
LA INVESTIGACION
Lereya, junto a su colega el doctor Dieter Wolke, analizaron datos de un estudio social británico, conocido como el «Avon Longitudinal Study of Parents and Children», donde se entrevistó en profundidad a más de 6.400 chicos de entre 8 y 12 años, y también a sus padres, para determinar sus perfiles sociales, y sus patrones de sueño y descanso.
Según Wolke, » lo que encontramos, tras repasar en detalles los datos estadísticos, es que ser víctima de bullying genera un incremento en el riesgo de tener problemas relacionados con el sueño, especialmente pesadillas o el fenómeno denominado «episodios de terror nocturno».
Por lo tanto, según los expertos, los padres cuyos hijos están atravesando esta situación, deberían estar especialmente atentos a otros síntomas asociados; e intentar hablar con sus hijos acerca de lo que está pasando en su vida social.
También los pediatras consultados por el tipo de problemáticas deberían considerar este elemento como un precursor o causante posible de nuevos episodios frecuentes de pesadillas y terrores que sufren los chicos durante la noche.