Tener cuatro o más hijos podría ser malo para el corazón de la madre, sugirió el viernes un estudio divulgado en EEUU.
La acumulación de placa, un signo temprano de enfermedad cardíaca, era mucho más común en las mujeres que habían tenido cuatro hijos o más que en las que tenían dos o tres, según la investigación presentada en el Colegio Americano de Cardiología (ACC), que se celebra este fin de semana en Washington.
El estudio no explicó por qué puede estar sucediendo esto, y los investigadores no consideraron si el estrés puede tener incidencia. Sin embargo, dijeron que los hallazgos podrían ayudar a detectar enfermedades del corazón y a desarrollar estrategias de intervención para las mujeres que tienen muchos hijos y pueden no ser conscientes de que enfrentan a riesgos cardíacos mayores.
«El embarazo se considera algo trascendental en la vida de una mujer, que queda marcada con el nacimiento de un hijo», dijo la investigadora principal Monika Sanghavi, del Southwestern Medical Center de la Universidad de Texas (sur de EEUU). «Sin embargo, recientemente hay evidencia de que el embarazo también puede funcionar como una bola de cristal, proporcionando información sobre el riesgo cardiovascular futuro de una mujer, y que los cambios asociados con el embarazo pueden tener un impacto a largo plazo sobre la salud de la mujer», dijo a los periodistas.
El estudio fue el primero de su clase en examinar la evidencia de la acumulación de placa temprana en el corazón, algo que eventualmente puede bloquear el flujo sanguíneo y provocar un accidente cerebrovascular y un ataque cardíaco.
El estudio fue realizado con más de 1.600 mujeres de Texas. Su edad media era de 45 años, y el 55% eran negras. Las tasas más bajas de acumulación de placa, o aterosclerosis, se observaron en las mujeres que tenían dos y tres hijos (o nacidos vivos).
La prevalencia de aterosclerosis en mujeres con dos y tres hijos era de 11%, pero más del doble que en las mujeres que habían dado a luz cuatro o más veces (27%). Los investigadores también hallaron tasas elevadas (15%) de endurecimiento arterial en mujeres que nunca habían dado a luz, o que tenían un solo hijo.
El embarazo provoca gran cantidad de cambios corporales (mayor volumen de sangre bombeada por el corazón, aumento de la resistencia a la insulina y niveles de colesterol más altos) y los investigadores quieren explorar si alguno podría estar contribuyendo al deterioro de la salud cardíaca en ciertas mujeres.
En las mujeres que no tienen hijos o sólo tienen uno, Sanghavi y sus colegas se preguntan si puede haber un padecimiento subyacente que les impide quedar embarazadas y también las predispone a enfermedades del corazón, como inflamación, exceso de peso, diabetes, presión arterial alta o colesterol alto.
Para conocer estas posibles asociaciones es necesaria más investigación, indicaron los expertos, que aclararon que estos resultados no deben considerarse como una recomendación para el número de hijos que una mujer debe tener.