Aunque no sepas explicar qué es, seguro escuchaste la palabra “CrossFit”. Es, en materia de fitness, el método del momento y de nosotros dependerá que sea un furor pasajero o un sistema que llegó para quedarse. Entre un extremo y el otro, un punto medio que siempre vale la pena: probarlo para ver de qué se trata.
CrossFit es un programa de acondicionamiento físico general, amplio e inclusivo, que tiene como objetivo el desarrollo de todas las capacidades físicas. La funcionalidad, la variedad y la intensidad son sus pilares. CrossFit reconoce diez capacidades físicas: fuerza, potencia, velocidad, coordinación, precisión, resistencia muscular, resistencia cardio respiratoria, flexibilidad, equilibrio y agilidad.
¿Por qué pensás que se puso de moda?
Creemos que no es una moda. Las modas son precisamente eso: crecen, tienen un pico, luego caen y algunas, inclusive, desaparecen. Nosotros planteamos un cambio de paradigma. Una manera diferente de vivir basado sobre un círculo virtuoso de súper salud que incluye entrenamiento, nutrición y factores sociales. Nuestros resultados son medibles, es decir, que nuestros alumnos pueden medir con datos reales su evolución: en dos meses obtienen resultados que un gimnasio convencional tardarían dos años en lograr o tal vez nunca alcanzarían.
¿Es más elegido por hombres o por mujeres?
Tanto hombres como mujeres lo practican por igual.
Vayamos al interior de las clases… ¿Cuántos minutos duran?
Cada clase dura una hora compuesta de una entrada en calor, explicación de las técnicas, WOD (Workout Of the Day o Entrenamiento Del Día) y vuelta a la calma.
¿Con qué frecuencia hay que practicarlo?
La frecuencia dependerá de la edad, el estado físico de la persona, si practica otros deportes o no, y limitaciones de otro tipo. La recomendación es siempre arrancar con dos veces por semana hasta que los alumnos descubran de qué se trata el entrenamiento y empiecen a tomar un ritmo.
¿Cuántas calorías se queman por clase?
Nuestra propuesta no apunta a consumir calorías. No medimos eso, medimos rendimientos o performance atlética. ¿Cuántas repeticiones de un ejercicio se hicieron en un tiempo determinado? Esa son el tipo de preguntas que nos hacemos y que nuestros alumnos se reponden todos los días.
¿Qué partes del cuerpo se trabajan?
Trabajamos el cuerpo como si fuese una unidad sistémica. No lo vemos compuesto por diferentes partes que hay que trabajar, sino como un todo. Por eso no usamos máquinas y sí movimientos funcionales, ya que estos son universales, reclutan un patrón de movimiento al mismo tiempo, son transferibles y seguros. Nuestros alumnos corren, saltan, trepan, traccionan, empujan, lanzan y tiran. Nuestra especialización es la no especialización, estar preparados para lo desconocido y para aquello que conocemos pero no podemos predecir cómo ni cuando ocurrirá.
Al hacer tanto trabajo de fuerza, ¿las mujeres corremos el riesgo de «masculinizar» nuestros cuerpos? ¿Cómo podemos evitarlo?
No existe el riesgo de masculinizar el cuerpo de una mujer. Primero y principal, nosotros entendemos el cuerpo de una modelo como un cuerpo que no es sano. Con el correr del entrenamiento las mujeres empiezan a desarrollar cuerpos atléticos, pero no grandotes. Es imposible que suceda algo así porque nuestros protocolos no están basado sobre la hipertrofia que busca volumen. Nosotros buscamos cuerpos funcionales y fuertes. La fuerza se gana (valga la redundancia) con trabajos de fuerza pero eso no conlleva volumen necesariamente. Es ilógico y no tiene fundamento de ningún tipo la afirmación de que con dos meses de CrossFit las mujeres se ponen grandotas.
¿Qué consejos darías para mejorar los resultados?
Esto es lo que siempre le recomiendo a los alumnos:
1.- Dejá el ego de lado.
2.- Escuchá a tu cuerpo. El descanso es tan importante como el entrenamiento.
3.- La alimentación es clave.
4.- No dudes en preguntar a tu coach: él está para hacerte mejor.
5.- Siempre dale importancia a la técnica de los movimientos. La clave es ir de menos a más.
6.- En cada entrenamiento, ¡poné compromiso y dejalo todo!