Aquí. Una pregunta. Un hombre que la responde. Y un misterio tan complejo, tan rotundo y tan espeluznante como el alma humana. El experto sabe de ellos y de ellas también. Guillermo Vilaseca trabaja con parejas hace muchos años. Con hombres y con mujeres. En las páginas de este libro, su último libro“Por qué los hombres no entendemos a las mujeres”, pone su experiencia profesional al servicio de entender. Guillermo quiere entender y entiende. Y al hacerlo, nos plantea a todos nuevos interrogantes sobre el intrincado mundo de las relaciones de pareja.
¿Cómo empezaste a dedicarte al tema de las relaciones de pareja?
Yo era maestro de escuela y siempre advertí que a las reuniones de padres venían sólo las madres y no los hombres. ¿Por qué no venían los padres? No venían porque no había consenso cultural para que vinieran. Todos suponían cosas en función del modelo patriarcal: el hombre trabajando y la mujer en la casa, con los niños. Y como yo sentía una distancia dolorosa con respecto a mi propio papá, entonces empecé a citarlos a ellos también. Así fue que empezaron a llegar los primeros padres a la escuela. No vinieron muchos, pero sí algunos.
¿Qué buscan las parejas que llegan a tu consultorio?
Hay parejas que intentan hacer un cambio rotundo de roles, proponen otros modelos, otros paradigmas, y después se sienten desubicados. Y entonces empiezan los problemas y vienen a mí.
Es sabido que, en los noventa, se desató la llamada “Guerra de sexos”, ¿en qué quedó? ¿quién ganó?
Los dos sexos están desubicados actualmente. Luego del cambio de mentalidad de la Revolución Francesa, hubo transformaciones en los dos sexos, en hombres y en mujeres. La transformación de la mujer apareció con un signo positivo. No por eso, menos conmovedora, dolorosa y generadora de una profundas crisis. La gran diferencia con la crisis paralela en los varones, es que el cambio del rol social del varon no está visualizada como positiva. Todo lo contrario. Si pensamos que es una guerra, nos condenamos a una guerra y, por lo tanto, a pelear.
¿Por qué se distanciamos cada vez más? ¿Por qué tanta paranoia para estar en pareja?
Funcionamos en un modo paranóico donde lo malo está afuera y estamos, psíquicamente, incapacitados para procesar los duelos. El instrumento psíquico para pasar la frustración tiene que ver con la capacidad de evaluar pérdidas, la incapacidad para discernir lo bueno y lo malo dentro nuestro.
¿Qué cosas no entienden los hombres de las mujeres?
Algunas mujeres se animan a usar su intuición y yo la definiría la capacidad de percibir más allá de los cinco sentidos. Tenderían a ser empáticas. El hombre está con la armadura puesta y dispuesto a pelear para lograr las cosas, entonces, cuando se encuentra con un ser ligado a lo sensible y que tiene bastante manejo de la intuicion, se descoloca. Están hablando en idiomas distintos.
¿Qué deberían hacer ellos y ellas?
Ellos deberían no tener miedo de conectarse con la sensibilidad, con la intuición y con lo que le pasa internamente. En mis Grupos de Reflexion de Varones, trabajo desde hace muchísimos años para que los homnbres se puedan conectar con qué les sucede a ellos mismo puedan ser más empáticos. Al principio, el principal obstáculo era que cuando se ponian a hablar de sus problemas, planeaban el “deber ser”. Están hechos para pensar en esos términos, pero hay que avanzar de a poco hasta donde se pueda. Fundamentalmente desde la horizontalidad del compartir los problemas entre todos.
¿Cuál es el verdadero problema de la comunicación entre hombres y mujeres?
Si la mujer está hablando todo el tiempo, no le da lugar al hombre para que hable. Aturden tanto a los hombres que no se les escucha. También es cierto que no todas las mujeres tienen esta capacidad maravillosa de expresarse, ni que todos los hombres son calldados. El tema pasa por ser comprendido o no ser comprendido. Lo que mueve que a uno siga adelante en una conversación es lo que se llama feedback. Si vos comentás algo y sentís que el otro lo va a usar en tu contra, te callás. Las mujeres creen que tienen que tienen que educar al otro. Y entonces, el hombre adopta la filosofía del “pez por la boca muere”. Y se calla. .
¿Qué esperan los hombres de las mujeres, entonces?
Los hombres esperan de las mujeres que tengan mejor manejo de las emociones. Hoy por hoy, cada vez más el individualismo hace que ponerse en el lugar del otro sea un peligro. Los hombres pueden tener tanta sensibilidad como la mujer pero tenés que generar las condiciones para que esa sensibilidad pueda aflorar.