Encar Ferreiro | AFmedios
La avena es uno de los cereales más completos que existe, una gran fuente de fibra soluble y, en definiva, todo un manantial de salud que no debe faltar en nuestra dieta.
La avena es un cereal altamente energético que, a su contenido en carbohidratos (61%), une un nivel alto de ácidos grasos esenciales como el linoleico. También es de los más ricos en proteínas (13,8%), sin penas gluten. Aporta vitaminas y minerales, en concreto, vitamina B1 en abundancia, junto a fósforo, magnesio, hierro, manganeso y zinc.
La avena es excelente para el óptimo funcionamiento de nuestro organismo. Resulta muy digestiva y contribuye a calmar la ansiedad nerviosa. Estimula la función del páncreas (lo que limita la tasa de azúcar en sangre) y de la tiroides, por lo que puede ser adecuada en caso de obesidad. Los betaglucanos de su fibra contribuyen a reducir los niveles de colesterol en la sangre y resulta excelente para combatrir el estreñimiento.
Se comercializa en grano, harina, salvado, papillas y sobre todo en copos. Por su delicado sabor, la leche de avena se considera una de las mejores bebidas vegetales.
La avena, además, es un remedio excelente par numerosos problemas cutáneos. En su uso dermatológico, la avena ejerce un destacado efecto calmante y suavizante sobre los trastornos de la piel, actuando sobre ella como un estupendo protector. Debido a sus propiedades terapeuticas, la aplicación de avena está indicada en el tratamiento de la urticaria, el eccema y el prurito. En general, la aplicación de la planta alivia las molestias características del picor y los problemas de irritación e inflamación de la piel.
Fuente: Naturace