Un día reflexionando acerca de cómo me sentía declaré “soy feliz”, recuerdo que en otros momentos de mi vida decía “me siento feliz”. Algunas veces cuando alguien me preguntaba ¿eres feliz? Respondía sí o no dependiendo el momento por el que atravesara. La felicidad la asociaba primero a tener: dinero, trabajo, una pareja… tener, tener, tener, tener. Me preguntaba cuánto debía esforzarme para conseguir el estado de felicidad.
Tanto llamaba mi atención la anhelada felicidad que consulté las definiciones que daban de ella, esta es una: “La felicidad (del latín felicitas, a su vez de felix, «fértil», «fecundo») es un estado emocional que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas (véase motivación). Se define como una condición interna de satisfacción y alegría que ayuda a muchas personas. (Wikipedia, enciclopedia libre).
¡Oh sorpresa! yo tenía razón la felicidad es “un estado emocional” el cual yo no vivo. “Se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta” por eso yo me sentía feliz cada vez que lograba algo e infeliz cuando no lo alcanzaba. “Tal estado propicia paz interior” cuando obtenía algo me sentía “satisfecho” y por lo tanto en “paz conmigo mismo”. “Un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas” por supuesto cada vez que lograba una meta me empoderaba y decía que iba por la siguiente, que nada podía detenerme. “Se define como una condición interna de satisfacción y alegría que ayuda a muchas personas”.
La definición apunta en resumen a un estado emocional que se produce en el hacer, es decir, en el tener y que hace ver las cosas positivas de tal manera que empodera a seguir haciendo y logrando cosas.
Y esta definición a igual que otras apuntan al hacer y al tener como fuente de la felicidad. La felicidad como una “emoción” asociada al logro, yo la viví así por mucho tiempo. No podría decir que esta definición de felicidad relacionada con el tener sea incorrecta, creo que tiene que ver con el observador que somos. En mi experiencia personal entiendo la felicidad no como algo que resulta de lograr las cosas, no como un estado emocional, sino como una forma de ver la vida. Soy un hombre feliz no por lo que hago y tengo sino porque elijo ser feliz. Soy feliz desde el ser.
Esta forma de ver la vida, de verme a mí mismo me produce un estado de paz interior que me lleva a amarme, a amar a otras personas, y claro de enfocarme en metas, objetivos y acciones que me generan satisfacción, alegría, entusiasmo y energía para seguir adelante.
Sanar mi pasado, disfrutar el aquí y el ahora, aprender a relacionarme desde el amor, el respeto y la libertad y adueñarme del propósito de mi vida propiciaron la felicidad con la que hoy gozo esta maravillosa vida.
Te comparto mi declaración de felicidad.
DECLARACIÓN DE FELICIDAD
Estoy dispuesto (a) a dejar atrás el sufrimiento como una forma de vida. Comprendo que mis antepasados lo vivieron así, en mí se rompe esa tradición. El sufrimiento no tiene por qué ser una condena humana, podemos elegir salirnos de esa frecuencia vibratoria y elegir la felicidad como una forma de vida. La felicidad es derivada de mi paz interior generada al aceptar, resignificar, perdonar, agradecer y soltar el pasado, de vivir el aquí y el ahora con amor y responsabilidad y proyectarme al futuro con fe y compromiso.
CINCO PRINCIPIOS
1. Principio de felicidad.
La felicidad proviene de mi paz interior, veo el entorno y los acontecimientos de forma apreciativa.
2. Principio de ecología.
Lo que hago repercute en otros por lo que cuido el impacto de mis acciones.
3. Principio de interdependencia.
Me relaciono con los demás desde el amor, la libertad y el respeto.
4. Principio de generación.
Lo que no existe lo puedo crear, tengo el talento y el poder para que suceda.
5. Principio de contribución.
Transformo el “yo” en el “nosotros”. Me solidarizo con lo que sucede en mi mundo.
CINCO AFIRMACIONES
1. Yo elijo vivir en el amor.
2. Yo soy feliz aún en los momentos difíciles, adversos y desafiantes.
3. Yo soy responsable de mis pensamientos, sentimientos y acciones.
4. Yo honro mi pasado.
5. Yo soy un agente de cambio.
PREGUNTAS DE COACHING
¿Qué suceso del pasado te gustaría interpretar de una forma distinta y soltarlo?
¿A quién elijes perdonar?
¿Qué puedes reconocer positivo en ti que te ha traído hasta el día de hoy?
¿Quién hombre o mujer requieres ser para lograr la paz interior?
¿Cuál quieres que sea la misión de tu vida?
¿Qué va a ser distinto en tu vida a partir de hoy?
El poder que me creo me dio la libertad de ser, amarme y amar a los otros a su ejemplo.
Estoy dispuesta (a) a empezar aquí y ahora. Declaro “Soy Feliz”
Vive la felicidad que hay dentro de ti.
Luis Villa, Coach