Obesidad, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, son problemas de salud pública, que hoy en día cobran la vida de miles de mexicanos, pero de acuerdo con Héctor Raúl Pérez, Rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara, esto se podría evitar si la población cambiara sus malos hábitos.
Para Nora Volkow, directora del Instituto Nacional contra el Consumo de Drogas, es difícil dejar los malos hábitos porque se tiene que luchar contra el poder de recompensa que poseen muchos de ellos; sin embargo, no es imposible lograrlo.
¡Hábitos mortales!
Estas acciones no son aisladas, forman parte de nuestra rutina diaria y sus consecuencias a largo plazo pueden llegar a ser mortales. Aunque, ¿cuáles son los malos hábitos que más afectan a la población mexicana?
1. Consumo de refresco. Un estudio realizado por Euromonitor International, indica que en México se consumen alrededor de 119 litros de refresco al año.
2. Bajo consumo de agua. Para el Instituto de Nutrición y Salud de Kellosgg´s, la ingesta de agua de muchos mexicanos es deficiente, ya que la sustituyen por otras bebidas como son los jugos.
3. Comida calóricas. El consumo de alimentos con alta densidad energética ha ido creciendo en los últimos años, relacionándose con el aumento en la prevalencia de exceso de peso.
4. Saltarse comidas. El hábito de omitir alguna comida del día afecta la salud por diversos motivos. Además de la gastritis y colitis que pudiera originar esta costumbre, quedarse muchas horas en ayuno puede originar una intolerancia a la glucosa y posteriormente -en casos más graves- diabetes.
5. Falta de actividad física. Un análisis sobre la práctica deportiva elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, indica que en México 80% de las mujeres y 62.5% de los hombres no realizan ninguna actividad física.
Para cambiar un mal hábito sólo se necesita de fuerza de voluntad, de acuerdo con Charles Duggig, autor del libro “El poder de los hábitos”. ¿Qué esperas para cambiar tu estilo de vida?