AFmedios | Luis Villa
¡YA BASTA!
Un día después de un largo período depresivo declaré un “basta” y con ello rompí con la transparencia en la que estaba viviendo mi vida. Esa declaración de quiebre que venía a romper con mi automático y la constante de hacerme daño, implicaba tomar la responsabilidad de lo que estaba ocurriendo. Recuerdo que mi primera sensación frente a lo que llamaré co-dependencia afectiva fue de mucho coraje, durante algunos días tuve resentimiento conmigo mismo. ¿Cómo podía ser posible? Me decía. ¿Cómo puede ser posible que me haya hecho tanto daño a mí mismo? Durante un período de casi ocho meses había renunciado al trabajo, a mi pareja, a mis amigos y de paso a mi familia.
QUITAR ESCOMBROS Y ESTAR ALERTA
Al hacerme cargo de lo que había ocurrido empecé a levantar los escombros, a limpiar el terreno de mi vida. No fue fácil hacerlo pues al principio de mi propia recuperación me generé a personas muy parecidas con las que ya me había relacionado (maestros de vida), amistades dependientes emocionales, un jefe laboral con conductas neuróticas que representaba a figuras de mi pasado, me encontraba de pronto también frente a situaciones que ya había experimentado. Crear un cambio no sólo implicó quitar escombros también requirió estar alerta de mis propias conductas, de las personas y cosas que atraía a mi vida, lo que atraía era lo que merecía, a medida que fui trabajando en mi autoestima, en mi confianza y seguridad empecé a merecer cosas distintas y atraerlas a mi vida.
DESECHAR, CAMBIAR Y CONSERVAR
Hay cosas en nuestra vida que necesitamos desechar; hay otras que necesitamos cambiar. Sin embargo no hay para que ser tan despiadados, no se 
trata de declararnos a nosotros mismos la guerra, no hay para que ser combativos. A medida que elegimos ser felices y buenos con nosotros mismos, muchas cosas por sí mismas cambiarán. Nos han vendido una falsa idea de que podemos tener control de todo, esto no es así, la naturaleza se mueve por si sola y a su paso genera cambios, observa cuando el sol se levanta las flores y las hojas crecen también, lo mismo ocurre en nuestra vida al realizar algunos cambios otros se mueven en su debido momento.
El Tao de Pooh. Benjamin Hoff. (haff) 1982.
-¿Cómo lo haces, Pooh?
-¿Hacer qué? -preguntó Pooh.
-Hacer tan Poco Esfuerzo.
-No hago mucho -dijo.
-Pero todas tus cosas acaban por hacerse.
-Es como si se hicieran solas -dijo.
-Espera un minuto. Eso me recuerda algo del Tao Te King -dije, cogiendo un libro-. Aquí está, capítulo 37. Traducido, es algo así como «El Tao nunca lleva a cabo ninguna acción, pero no deja nada por hacer».
CONSERVAR LA BUENO
Por más cambios que pensemos que debemos hacer, en cada uno de nosotros hay algo especial que necesitamos conservar.
Se dice que las personas no cambiamos, nos transformamos, lo que cambia es nuestra forma de observar, el tipo de observador que somos y de esta forma se modifican creencias, rompemos viejas reglas y surgen actitudes que favorecen a la creación de nuevos hábitos y con ello nuevas formas de ser.
Deseo que en este artículo sea de tu interés y utilidad.
Luis Villa, Coach de Vida
